Pasando de los cincuenta..se cumplen castañas

Cuando se pasan de sobra los cincuenta, y uno se acerca de manera terca a las cincuenta y cuatro castañas, se ve la vida de otra manera.

A tomar por saco los tacos..ya no se cumplen tacos. Y mucho menos primaveras. Con cincuenta y cuatro se cumplen castañas, ni  si quiera pilonga, duras como un peñón.

Mañana es el día en el que la Josefa, en paz descanses madre de mis entrañas, me trajo a este mundo tan divertido. Era un cuatro de marzo del cincuenta y ocho, del siglo pasado.

Más de pueblo que un chaparro, me sigo descacharrando de ver como mierda se desperdician los buenos años, que  a mi parecer van desde van de los tres a los cuarenta y tres.

A partir de ahí empieza el decaimiento de la actitud peleona, las ganas de afilar la cosa y dejarse ir por el barranco de la inmundicia. Se enmohecen las ganas de reír y te aprieta demás la responsabilidad contraída con  el resto de la humanidad. ¡Tienes que ahorrar para un   futuro, que se adivina con reuma y mil desgracias más.!

Para los “pelandruscos” de pueblo, aún medio asilvestrados como es mi caso, es difícil tal situación  y vamos dándole cuerda a la cosa y engrasando, de vez en cuando, los tornillos de la risa y las ganas de vivir.

Siempre buscamos la mejor sombra en la alameda y alguien que nos espulgue sin darnos  la “barrila” , hable poco y pague la convida.

De esfuerzos inútiles, ya no nos apetece hablar. .. a los de mi edad. Lo mismo es que se nos han enquistado las experiencias de luchar por una sociedad más justa y tal y tal. O no vemos que nosotros, a nuestra dilatada edad, la podamos disfrutar.. y pasamos!! No sé si haremos bien o mal, pero esa es la realidad.

Termino. Quería decir a todo esto, que cumple 54 castañas este sujeto. Y aunque este mal decirlo me siento que no me sujeto.

Me persiguen las ganas de farra, de buen vino y mejor flamenco.

Pues ezo, que me sigue gustando el disfrute de las cosas del universo!!