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sábado, 30 de julio de 2011

Receta: Boquerones en su ser

Pocos manjares hay comparables a los boquerones en su ser. Cierto es.

Lo mismo que también, hay que esirlo no todo el mundo se atreve con la intrepidez. Peor para ellos .¿Qué le vamos hacer?

Para recordar la receta, no es preciso ser un empollón, ni siquiera tener un memorión.
Simple del copón. Apunta, pero no dispares, no vayamos a tener un disparate antes de contarte como se hace.

Debe ser el boquerón más fresco que el copón. Ojos de ver. Tripas sin asomar. Firme de carnes, brillante, con todas (o la mayor parte) de sus escamas.


Que te hable!!

Llegada la transacción, no te hagas el longui y los llevas con premura al congelador. Hay que matarle el Anasagestesis ese, que según estudios sesudos, parece que el congelata lo atonta. Desde la virtuosa cabellera hasta las nalgas. O sea que el bicho ya no hace nada.

Una vez congelados y tiesos como garrotes los sacas. Los dejas a su ser , hasta verlos como los viste ayer. Los destripas. Le quitas la raspa. Los divides en dos, si te sale de un cojón..o de los dos. Los lavas. Los secas (si te sale) yo no lo hago jamás. Y los vas disponiendo en un plato ¡¡limpio!!.


Poquita de sal. No tiene que ser Maldon, ni nada especial. Aceite. Arbequina es el mejor. Un chorreón pequeñito. No se trata de que vuelva a nadar el boquerón.


El vino que mejor le va es un manzanilla en rama, un amontillado, un jerez seco o un Mencal.

Y ya está.
¿ Difícil verdad?

Disfrute total. Para mí, no sé si para los demás

miércoles, 20 de julio de 2011

Lo que falta es...Mencal

La gente que conozco de mi edad, va perdiendo el desenfreno carnal, (aunque quede muy mal decirlo), y lo va cambiando por otros vicios.

Los míos son largos de contar. Me gusta el flamenco a rabiar, viajar, la mar, pescar, campear y un largo etcétera que no pienso contar. Por no aburrir más que .

En el que casi todos los carrozones, entre los que me encuentro, estamos de acuerdo es en las cosas de la comienda (no confundir con jodienda) y el trasiego. Nos gusta tanto comer y beber mejor, como contarlo.

Si además, eres cocinillas como es mi caso, apagáremos.
Te doy permiso para dejar de leer porque te voy a dar el tostón con el pedazo vino que descubrí ayer.




Yo siempre hago el mismo chiste, ahora que todo el mundo sabe tantísimo de vinos. Cuando me lo dan a catar en el Restaurante, y siempre me toca (debo tener una cara borracho muy grande) le pego movimientos circulares a la copa, lo huelo, pongo cara de idiota después de llevármelo a la boca, para de inmediato decir: "Efectivamente es tinto"

Quiero decir con esto, que no me tengo por experto "Ni falta que me importa" que diría mi amigo Vallecillos, pero la sensación de felicidad fue aumentando según llenaba la copa de Mencal, entré cuchará y cuchará de un marmitako de salmón y setas de pie azul del que puedes leer la receta en Internet. Yo..no la pienso poner.

Una exageración la mezcla. El Mencal fresquito ¡qué bien entra XD!
Rebañado con su pan los restos, termino la botella con un helado de turrón.
Apoteosis.
Ganas de trincar.

Mentira es lo que a esta edad se pasa el desenfreno carnal.
Lo que falta es Mencal.!!