Jazmín y azahar.
Río. Cajoneras recién ” cagás”
Chiringuito de Triana.
Torre del oro.
Vino oloroso.
Gamba blanca de Huelva.
Jamón negro de la Sierra.
Manzanilla fresca.
Habano recién hecho,
por un maestro cubano
que es negro de una mano.
Más guiris que sevillanos.
Con todo el tropel,
allí se quedó la silla.
Así que habrá que volver
1 comentario:
Siempre hay que volver a Sevilla, ea.
Un beso, Melón.
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