Barba de mil días. Pelo enmarañado
Coleta como una ristra de ajos.
Sombrero que fue de paño
De los mitones mejor no hablo.
Tabardo pardo sin un botón
Pantalones de color añil
Botas risueñas de cazador
Sonrisa en los labios.
Inmensas ganas de vivir
Pongamos que hablo de Madrid
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