Toc, toc
¿Se puede pasar, o no?
Me llamo Depresión.
Depre para los amigos.
He visto la puerta abierta
y vengo a invitarte a una fiesta,
donde no va a faltar sexo,
drogas y rocanrol
¿Te animas o no?
No me seas petardo
¡¡Lo pasamos siempre del copón!!
El ánimo mohíno se anima
..ya camina
Va abrazado por el pescuezo.
La Depre lo mima y lo encamina.
Dos días le ha durado la última resaca.
Dolor enredado en sudor.
Ha llegado el momento que Depre esperaba.
Tiene las defensas bajas.
Es el momento meterlo en la saca.
En ese justo el momento,
estira la pata el jumento
¿quién ha hablado de morir?
y le da una patada a la tal Depre
que le parte la nariz
Y colorín colorin
Siempre ganan las ganas de VIVIR
Moraleja:
Los chinos se llaman chinos, no por ser amarillos
sino por ser mu chiquitillos.
Si fueran enormes
se llamarían peñones.
2 comentarios:
umm no siempre pero me gustó el cuento ;)
Charcosss, ahu illa que chasco. Ningún cuento debe acabar sin una moraleja medio normal.
Ahí va la mía pal cuento que pasadas dos horas, no llegaría a publicar.No lo voy a borrar..pero si a emborronar
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